Foto: Estado definitivo de la plaza.
El alcalde de Carmona, Antonio Cano, ha decidido dar marcha atrás y modificar nuevamente el diseño de su polémico plan de peatonalización de la Plaza Marqués de las Torres, junto a la Iglesia de Santa María. El resultado que ya podemos visualizar es que la calle será aún más estrecha para la circulación de vehículos, aunmentando la contaminación visual de la plaza, algo contrario a lo que se buscaba con la peatonalización del lugar.
Concretamente, su idea ha sido sustituir los bolardos de granito colocados junto a la prioral por una hilera de columnas del mismo material de mayor tamaño, unidas por una cadena de hierro. Los bancos actuales han sido eliminados, siendo colocados dos de ellos de forma paralela a la hilera de columnas, flanqueados por tres naranjos de gran tamaño. Otra novedad ha sido que estas columnas han sido colocadas a algo más de cuatro metros y medio de los bolardos situados en la fachada del convento de las Descalzas.
Esta decisión del alcalde contradice lo aprobado por mayoría absoluta en el pasado pleno de febrero (3 de marzo de 2009) donde se acordó la realización de mesas de trabajo entre los tres partidos políticos representados en el Ayuntamiento, con el fin de conseguir un diseño urbanístico de consenso para este tipo de actuaciones en el casco antiguo.
Foto: Los trabajadores del Plan MEMTA son los encargados de la remodelación del mobiliario de la Plazuela Marqués de las Torres, un mes más tarde de peatonalizarla.
Esta propuesta presentada por el grupo municipal de Izquierda Unida, tuvo en el pleno el apoyo de equipo de gobierno socialista, por lo que desconocemos las razones de su cambio de idea en apenas un mes. En cambio, el Partido Popular se abstuvo en la votación al presentar una propuesta que significaba la vuelta a situación anterior, habilitando zonas de aparcamiento en las fachadas de los monumentos.
Igualmente, el equipo de gobierno ha olvidado su compromiso de trabajar para encontrar alternativas de aparcamiento en la zona de casco antiguo, adaptando los espacios existentes en la actualidad, como el Cubete o Plazuela Lasso, ni priorizando proyectos que solucionarían la situación, como los futuros aparcamientos del albollón y del Picacho.
¿Quién pagará tantos cambios?. ¿Volvemos a la teoría de la ex ministra? "El dinero publico no es de nadie, "pues gastemos a mansalva". ¿No se piden responsabilidades politicas?.
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